Cruzo la avenida Belgrano
Me sumerjo en San Telmo
Dos yiros se ríen de mi.
Me acerco
El lobo estepario frunce sus labios
Muestra sus afilados colmillos
Las arrincona
Las toca
Las muerde
Traga la ultima porción de esos desnutridos corazones
Se excita
El calor
Relame la sangre que se derrama por la piel
Hurga entre el calor
Las moscas se abalanzan contra esos tres cuerpos
Enfurece y se excita mas
El calor.
miércoles, 22 de octubre de 2008
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