jueves, 26 de febrero de 2009

Papá

Papá, tu caballo tiene una mano en alto. Fue el momento justo, fueron las heridas de guerra. Habías ganado, habías perdonado, habías reconciliado, estabas en paz. Soy chico y ahora me siento mas chico que nunca, soy chiquito como cuando me alzabas en brazos. Tengo la cabeza perturbada, tengo la imagen del momento: Tu cara fría, tu cuerpo duro, tu sin respiros, tu sueño eterno... de ese que no te pudimos despertar. Ahora no me podes abrazar, no me podes dar un beso de calma. Te prometo y me prometo que así no es como te voy a recordar, que así no te quiero recordar... me voy a quedar con las postales de entre sonrisas, risas, abrazos, postales juntos.

1 comentario:

Alice dijo...

Esta expresion plasmada desde tus entrañas, hizo que me corrieran las lagrimas como cuando escuche a Pavarotti en N.Y. cantando Nessum dorma. Sos Increible, y honestamente volvi a sentir el arte en un grande.
Imagino, sin dudas, cuan orgulloso se sentira tu Padre.
Richard y yo Te felicitamos.
No nos prives de tus talentos.